Resta: menos es igual a más

Planteamiento de Bene "menos es igual a más"

La resta junto con la suma es una de las operaciones esenciales y más simple de las matemáticas. La resta también conocida como sustracción, es una operación que consiste en eliminar, recortar, separar, reducir algo de un todo, desarrollándose una descomposición que elimina de una determinada cantidad una parte para obtener el resultado final.

A lo largo de nuestra vivencia adoptiva pasamos por muchas etapas, y para poder obtener al final del trayecto un resultado satisfactorio, tenemos que hacer muchas sustracciones/restas que generalmente tienen que ver con las expectativas y con una regulación de nuestras emociones. Desde los primeros momentos en los que presentamos nuestra solicitud de adopción para un niño o niña “idealizado” al que hay que renunciar para ajustarse a la realidad de los menores adoptables, pasando por la incertidumbre y angustia del largo periodo de espera en el que cada día que pasa se restan esperanzas, continuando con el mágico instante de la asignación y del posterior encuentro en el que por la gran ilusión del momento creemos que ya hemos llegado al final del trayecto por lo difícil que ha sido hasta ese momento, y es solamente el principio del verdadero trayecto que todavía nos queda por recorrer, y finalmente el recorrido conjunto que tenemos que hacer en el que cada nueva etapa (la adaptación inicial, la escuela, la adolescencia, la construcción de la identidad de nuestros hijos e hijas, la inquietud por la búsqueda de orígenes, el mundo universitario, el mundo laboral, etc.) implica alguna renuncia (resta) tanto nuestra como de nuestros hijos e hijas, para poder ajustar las expectativas cada uno de nosotros a la realidad de cada situación y circunstancia.

Si durante todas las etapas del camino hemos sabido restar los elementos que realmente nos sobraban (sesgos, ideas, pensamientos, actitudes, aptitudes, etc.) y hemos conseguido ajustar nuestras expectativas a la realidad adoptiva que a cada uno nos toca vivir, seguro que el resultado final será la suma de todos los logros que poco a poco hemos ido consiguiendo tanto nosotros como padres/madres, como nuestros hijos e hijas que se sentirán más seguros de sí mismos/as y con más posibilidades de seguir afrontando su futuro.

Uno de los conceptos más interesantes que para mí existen de la resta, es el que se define en las matemáticas avanzadas, en las que se considera que la resta no consiste en sustraer (x – y), sino en realizar una suma del número opuesto (x + (-y)). Según este concepto, lo que tenemos que hacer en nuestra vivencia adoptiva es convertir en positivo cada uno de los elementos que tenemos que eliminar y restar en las diferentes etapas del recorrido adoptivo, de tal forma que nos permita aprender (a nosotros y a nuestros hijos e hijas) de cada adversidad, de cada problema, de cada frustración, de cada intento no conseguido, …, para ir sumando poco a poco diferentes recursos, herramientas y experiencias que nos permitan afrontar los siguientes pasos con más posibilidades de éxito.

La opinión de Vandi

Hablemos de la resta desde la perspectiva de las personas adoptadas. A nuestros padres se les dice que tienen que bajar las expectativas, o mejor dicho ajustarlas, lo que pasa es que ell@s juegan con ventaja ya que les han explicado el porqué en ciertos casos no podremos seguir el ritmo de nuestrxs iguales y sin embargo a nosotrxs solo se nos cuenta lo que es la adopción y nuestra historia, de hecho no solemos escuchar la palabra abandono por parte de nuestros padres y  eso implica que no somos conscientes de lo que nos pasa y por tanto nos castigamos y juzgamos. No ser conscientes de lo que nos sucede nos puede restar en autoestima, nos puede restar en autoconcepto, nos puede restar en explorar otras capacidades, porque si “nada se me da bien para qué probar”, y esto es una sensación que muchas personas adoptadas hemos tenido o tenemos. Otro aspecto relacionado con esto es el pensamiento que a veces podemos tener de “no ser suficiente o ser malxs” para los demás, si realmente se nos explicase el porqué de nuestras conductas quizás reduciríamos mucho ese sentimiento.

En adopción la resta la podemos ver en la falta de información respecto a nuestra identidad, en los casos en los que apenas hay datos sobre nuestros orígenes,  porque no conocer resta mucho y también el miedo que tienen a veces los padres y madres a contarnos sobre nuestra historia (todo a su debido tiempo claro está). Esa falta de información puede complicar las intervenciones que los profesionales hacen/hacemos, porque aunque sabemos que el trauma por abandono está en todos los casos no es lo mismo “solo” el trauma por abandono (por favor entiéndanse las comillas), que una historia de vida donde hay malos tratos, abuso sexual, negligencia médica… También esa falta de información en ciertas etapas nos quita seguridad en nosotrxs mismxs porque nos comparamos con nuestrxs amigxs que generalmente tienen su espejo biológico y nosotrxs no.

En resumen a veces restar el darnos información (miedo a hablar de trauma, a que se nos estigmatice, miedo a hablarnos de abandono, miedo a poner la palabra orfanato) puede convertirse en más dificultades, más incomprensión y más autoexigencia hacia nosotrxs mismxs.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Formación en Theraplay

7 de octubre de 2021